Alex subió las escaleras para llegar a su
piso, al llegar a la puerta se encontró con un ramo de flores y una tarjeta:
“Gracias por lo de anoche, eres la mejor. Te quiero. S”
“Gracias por lo de anoche, eres la mejor. Te quiero. S”
Ese detalle la hizo sonreír, olió las flores;
eran flores de cerezo, sus favoritas. Las puso en un jarrón enfrente de la ventana
del salón.
Se dejó caer en el sofá, abrió el ordenador portátil y se puso a escribir.
“9 de Enero:
Este fin de semana ha sido el más completo de
todos.
He vuelto a ver a mi amigo Salva, hacía cinco
años que no le veía y ayer a la noche se desató la tensión que había entre ambos.
No sé si le volveré a ver, pero espero que sí, porque me hizo sentir única.
Bueno, caso aparte, Marfilia me ha empezado a
contar su historia, y por lo que lleva es una historia de amor seguro… Odio las
historias de amor, porque siempre son más bonitas que las mías. Y claro, vio
las cicatrices de mis muñecas y me preguntó a que se debían. Sí, le conté que
intenté quitarme la vida. Fue duro contarlo, porque me han vuelto los recuerdos
y esa sensación.
Ahora mismo no tengo motivos en mi vida para
seguir viviendo.
-Killer Queen”
Publicó la entrada a modo de desahogo, pero
las lágrimas volvieron a sus ojos. Se miró las muñecas, pasó el pulgar por una
de las cicatrices. Volvió a ella aquella sensación que sintió cuando la sangre
recorría sus manos.
Cerró los ojos, volvió a recordar. Se levantó
hacia la cocina, cogió un cuchillo.
Se fue al baño, abrió el grifo de la bañera hasta llenarla. Se metió completamente vestida, el agua estaba helada, volvió a sumergirse bajo ella; minutos así hasta que casi pierde el conocimiento. Emergió, cogió el cuchillo y…
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