sábado, 1 de febrero de 2014

Aprendiendo a amar - Capitulo 7: Nueva entrada

Al llegar a casa, Alex tuvo la necesidad de escribir en el blog.

“7 de Enero:

Hoy he conocido a una señora estupenda. Su nombre es Marfilia, hemos llegado a un trato, ella me va a contar poco a poco porque está todos los días en el balcón mirando a una fuente y yo tendré que hacerle compañía con unas pastas y té. Tengo esa curiosidad de saber la historia, aunque sea una tontería, quiero saberla.

Pero bueno, no he venido aquí solo para decir eso; si no porque me siento desanimada.
Hoy me siento más fea de lo normal, nunca me gustó mirarme al espejo, pero hoy menos.
Me siento horrible.

Ojalá algún día llegue a ser guapa, y ojalá pueda verlo. Porque lo único que veo al verme en el espejo es: a una chica gorda y fea, que está perdiendo la vista, que tiene unos ojos horribles, que tiene una sonrisa falsa y que jamás en la vida va a ser guapa. Ni siquiera llegar a ser bonita.
Mirarse al espejo y darse asco: esa es mi vida. Y claro, me viene una pregunta a la cabeza:

¿Quién me va a querer si ni yo misma me quiero ni me tengo aprecio? ¿Quién?

-Killer Queen”

Alex publicó la entrada con lágrimas en los ojos, se sentía realmente mal por su aspecto desde hacía mucho tiempo, pero últimamente se había agravado el problema.

Escuchó el sonido de una notificación.

“Para mí no eres fea, es más, me gustan tus ojos y tu pelo es precioso. Eres guapa, créetelo. No te tienes porque dar asco. Y a tu pregunta, yo sé quién te quiere.
-J”

Alex lo leyó varias veces, no se podía creer que alguien pensara que ella es guapa. De hecho, no se lo creía, como siempre pensaba que se estaban burlando de ella. No sería la primera vez.
Empezó a creerse que ese J. solo quería ridiculizarla, nada más.

No quiso responderle, y aun encima se enfadó. Tanto que toda la rabia empezó a salirle en forma de gritos y lágrimas contenidas. Estuvo horas sollozando e increpando a todo el mundo, histérica perdida. Gritando por todo el dolor sufrido y haciéndose daño ella misma en su cara.


Pero cuando terminó y se tranquilizó se sintió muy bien. Todo aquello acumulado tras días de amargura había salido y Alex se sentía más libre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario